Cuando bajan las temperaturas, el cuerpo y el alma piden calor. No hay mejor excusa que una copa de buen vino acompañando platos intensos y reconfortantes.
Los meses fríos invitan a elegir varietales con cuerpo, estructura y carácter, capaces de realzar los sabores de las comidas de estación. A continuación, algunas recomendaciones para disfrutar el invierno copa en mano.
Tintos robustos: los reyes del invierno
- Malbec: nuestro clásico argentino se luce con carnes rojas, estofados y pastas con salsas intensas. Un Malbec con paso por barrica resalta sabores ahumados y especiados.
- Cabernet Sauvignon: de taninos firmes y notas herbáceas, va perfecto con cordero, empanadas criollas o platos con hongos.
- Bonarda: ideal para carnes al horno y preparaciones con vegetales asados. Aporta cuerpo sin sobrecargar el paladar.
Comidas que abrazan
- Guisos y locros: buscan tintos envolventes, con acidez equilibrada y final largo. El Syrah, con sus notas a pimienta negra y ciruela madura, puede ser un gran aliado.
- Pastas con salsas cremosas: van bien con blends tintos, que combinan la fuerza de un varietal con la suavidad de otro.
- Quesos curados y embutidos: armonizan con vinos más intensos como un Tempranillo o incluso un vino de guarda.