Un legado que se descorcha en cada copa.
En la historia del vino argentino, algunas bodegas no solo han resistido el paso del tiempo, sino que han construido una narrativa propia dentro del patrimonio cultural del país. Son más de 14 las bodegas que, con más de un siglo de producción ininterrumpida, siguen activas y vigentes, manteniendo su identidad entre la tradición y la innovación. Una de ellas es Bodega Norton, que recientemente celebró 130 años de existencia. Fundada en 1895 por el ingeniero inglés Edmund James Palmer Norton en el entonces incipiente terroir de Perdriel, Norton es una de las pocas que ha producido de manera ininterrumpida durante más de un siglo, incluso tras cambios de propietarios, como su actual dueño, el empresario austríaco Gernot Langes-Swarovski.
Del Malbec a la historia viva
Mendoza concentra gran parte de estas bodegas centenarias.
En Luján de Cuyo, destacan nombres como:
- Luigi Bosca – Familia Arizu, fundada en 1901, con cuatro generaciones dedicadas al vino.
- Catena Zapata, nacida en 1902, que posicionó al Malbec en el mapa global bajo el liderazgo de Nicolás Catena Zapata.
- Dante Robino, fundada en 1920 y adquirida en 2020 por Cervecería y Maltería Quilmes, bajo el paraguas del gigante Anheuser-Busch InBev.
En Maipú, otras emblemáticas son:
- Trapiche (1883), que hoy integra el Grupo Peñaflor.
- La Rural (1885), impulsada por Felipe Rutini y sede de uno de los museos del vino más importantes del país.
- Finca Flichman (1910), de origen ruso y actualmente en manos del grupo portugués Sogrape.
- Bodegas López, fundada en 1898 por José Gregorio López Rivas, y aún manejada por la familia en su cuarta generación.
También se destaca Escorihuela Gascón, establecida en 1884 en Godoy Cruz, que aún opera en el mismo edificio fundacional, una rareza urbana dentro del mundo vitivinícola.
Más allá de Mendoza: una tradición federal
Fuera de la provincia cuyana, la tradición también se sostiene:
- En San Rafael, Bodega Goyenechea fue fundada en 1868, cuando una deuda saldada con viñedos dio origen a una de las casas más tradicionales del sur mendocino.
- En Salta, Bodega Colomé, fundada en 1831, y Etchart, con inicios en 1850, son referentes de los Valles Calchaquíes.
- En San Juan, Graffigna comenzó su historia en 1870 y hoy funciona como una bodega-museo.
- En la Patagonia, Humberto Canale, fundada en 1909 en el Alto Valle del Río Negro, representa el espíritu pionero del sur argentino.
Del Nuevo al Viejo Mundo
Aunque Argentina forma parte del llamado Nuevo Mundo vitivinícola, la existencia de tantas bodegas centenarias la conecta con la tradición europea. Como señala la historia de Château de Goulaine (Francia, año 1000), Barone Ricasoli (Italia, 1141) o Codorniu (España, 1551), la longevidad en la producción es un valor cultural además de económico.
«Tener más de un siglo de historia no solo habla de continuidad, sino también de adaptación, legado familiar y visión de futuro», afirman referentes del sector. En Argentina, ese legado se embotella año tras año, consolidando una identidad enológica que mira hacia adelante, con raíces bien firmes en el pasado.
FUENTE:
www.alrojovino.com.ar